sábado, 13 de abril de 2013

LA TERCERA EPOCA DE ALCOHOLICOS ANONIMOS



LA TERCERA EPOCA DE ALCOHOLICOS ANONIMOS

(Tema desarrollado Por Ricky en la primera Asamblea General de Miembros de La Tercera Época de Alcohólicos Anónimos).

Compañeros Buenos días:
            Me toca un tema que requiere un poco de historia reciente  pero que  tiene que ver mucho  con Alcohólicos Anónimos desde siempre.
La Fundación del caserón ubicado ahí por el Apolo, ocurrió en marzo de 1978, luego de trasladar el Grupo Central al Teleférico, nueve meses después, exactamente el  15 de diciembre del mismo año y del mismo Teleférico. Surge la TERCERA EPOCA DE A A.
Tomando en cuenta la población dominical del referido grupo central, fueron centenares los que regresaron al pasado, al Caserón, ahora Búnker de la Enfermedad. Cuarenta y dos solamente, cuarenta y dos hombres únicamente casi el mismo número de años que tiene Alcohólicos Anónimos desde Akron, decidimos conocer el futuro.
Decir futuro, en este caso, es decir ¡Adelante!  Los que estamos en A.A. estamos  parados desde que nos pararon la primera vez en los Grupos. Es increíble que en tantos años y en tantos grupos con tanto parado, es hasta ahora que nos movemos.
Porque si está de pié lo primero que se averigua es que uno está vivo. Y los vivos caminan. Y solo se camina para adelante. Para enfrente de frente. Para lo que está ahí.
Pues eso hemos hecho los de la TERCERA ÉPOCA. Caminar, alcanzar lo que sigue estando ahí y qué, no es sino la oportunidad que todos merecemos de hacernos con los demás.
Pero ¿Por qué TERCERA ÉPOCA?
Ligeramente considerando puede deducirse como producto de la evolución del Grupo Central: Caserón – Teleférico'- Tercera Época, o bien-Enfermedad -  Curación – Compromiso.
Más un examen detenido de la cuestión interpreta mejor el suceso.

El Grupo Central constituye la cuna del movimiento A.A. en el país y, en consecuencia, todo el accionar posterior irradia necesariamente de él. Todo es por el Grupo Central desde 1958. Históricamente es así.
La hegemonía de este grupo en la primera década es sumamente notoria en el área del servicio tanto en Io individual como a nivel de organismos, de manera tal que en lo formal y material A.A. se hizo a su gusto. Como se les antojó. Su modo de entender A.A. es el modo que se entiende A.A. actualmente en todos los grupos costumbrista no sólo en El Salvador, sino que también de Centro América cuya extensión es la prolongación del activismo salvadoreño.
Como los años pasan, a pesar del parón histórico acaba de terminarse la segunda década y todo no sigue igual sino que peor.
Seres Ahistóricos que se agotan en un día, oblíganse a la CUNA por no saber caminar  y hacen lo que debió haber sido una Comunidad, una ridícula GUARDERIA,
El Central-cuna es la PRIMERA ÉPOCA DE A, A. Y muchísimos Grupos se encuentran en ella, muchísimos hombres dentro.
            Al hombre de primera época lo caracteriza una obsesiva convicción de enfermo. Ha dejado de beber pero teme volver a beber, de ahí que él dependa eternamente del grupo cono la primera vez que llegó. Esa improductiva dependencia lo hace vivir en un fanático e incurable egoísmo, al cual lo llama CASO PERSONAL.

A.A. se limita a él, lo demás no cuenta, El interés exagerado en sí mismo lo llama conciencia, dando como resultado un “hombre bueno” si el sujeto es ingenuo' ó, un "hombre malo” si el sujeto es astuto.
El “hombre bueno”  se produce mediante un proceso perpetuo de sacrificios en su vida personal logrados, no con fuerza o buena voluntad, sino “contra su voluntad ", circunstancia que lo aleja de la alegría de vivir,  de sentirse dichoso por estar vivo. De caridad nos ofrece virtudes que lo  describen, a la legua, como un plagarlo de sí mismo.
La moralidad  alienada que de ello deriva lo convierte en el tipo de “ejemplo” vanidoso y fatuo, dueño del saber de A.A. e intérprete de Dios.
Si misma inautencidad, su misma falta de originalidad, le impide percatarse que  perdió el mundo sin salvar su alma trueque fallido, propósito religioso no logrado.
El “hombre  bueno” en fin, es aquél a quien la búsqueda de virtudes lo lleva a eliminar el mundo o, al menos a despreciarlo.
¿Cómo podría amar si solo existe él? ¿Cómo podrá tener alma que  no ama?
El "hombre malo”  en cambio averiguó al dejar de beber que no valía la pena ser bueno. Por ello es que le da calidad de tratamiento al programa de Doce Pasos. Para no tener que buscar virtudes.
Los desengaños y desilusiones de su vida pasada no logra superarlas fácilmente. Precisa perseguir frenéticamente objetivos de puro revanchismo social.
Para evitar ser bueno o baboso como él dice, no ve en el programa de reflexiones éticas. No trasciende pues, el problema de salud que implicaba la bebida a un problema moral. Cuya solución le brindaría una nueva personalidad. Se mantiene en una necesidad “no resuelta” por mera conveniencia, por mera comodidad. Así tenemos que astutamente prolonga su enfermedad para seguir bajo tratamiento del programa.
Se siente bien desde luego, porque se siente sobre los demás.
A esta clase de hombres malamente buenos o buenamente malos es a los que nosotros negamos con la curación. La curación en realidad constituye aún una acusación muy seria para la ingenuidad y la astucia de los  A.A. de primera época. Para ésa clase de hombres que se resisten tremendamente a abandonar su egoísmo y que se amparan en si infantilismo tardío para declararse enfermos y demandar para sí lo que de ellos debiera de haber para los otros.
Con la Curación, entonces surge una nueva época. La SEGUNDA
EPOCA DE A.A. Queríamos que el hombre ya no estuviera enfermo para que estuviera disponible y dispuesto para Alcohólicos Anónimos.
Porque la curación es concretamente una disposición de ánimo que invita a rebasar el Caso Personal,  al fin de que A.A. no se limite a cada individuo, y poder en esa situación todos juntos conformar una verdadera comunidad.
La curación a secas la entendieron muchos, pero gran parte de ellos no  alcanzaron a ver si sus propósitos, fueron también muchísimos, pero muchísimos más, que no entendieron ni siquiera a secas, la curación. Para estos la curación es húmeda, significa volver a beber normalmente, sin problemas, Es el sueño del bolo que experimenta el A.A. dormido de Primera Época.
Pero bien, decía que fueron muchos los que entendieron la idea, pero no sus propósitos. Es que entendieron lo fácil: que toda enfermedad es en realidad un padecimiento. Si todavía en A,A. alguien sigue padeciendo que no diga, por favor, que es de alcoholismo.
Tal vez sufre una sugestión, un complejo, una ignorancia, pero que no nos diga que sufre de alcoholismo porque con ello niega que Alcohólicos Anónimos es la solución del mismo, Y nosotros que somos A.A. y A.A. lo es por nosotros, no podemos aceptar que fe mentimos al público cuando le decimos que somos una Comunidad de hombres y mujeres que resolvemos nuestro problema común. Resolver es darle solución a algo.
Esto es bien fácil de entender y los hombres A,A. de segunda época no tuvieron mucho problema en entenderlo, aunque sea "telefericamente” , es decir, bien alejados.
Pero ese entendimiento tan simple no les da mucha ventaja sobre los enfermos. En verdad eso los deja igual. Están tan curados como los enfermos, sólo que éstos no lo saben, ni les importa.

Porque curarse para seguir siendo”solo-yo-mismo”  es continuar con la misma libertad negativa del enfermo, es decir, conformarse solamente con la negación del alcoholismo personal, Es liberación desde luego, son libres del alcohol, están liberados de, pero es una libertad sin destino, no tienen quienes la disfrutan donde ir, no trascienden, no hallan a qué serle útil, sólo a sí mismos, de ahí su egoísmo. Porque trascender es ir “más allá", es ser libre para algo no de algo.
Y esta trascendencia es la que da lugar al imperativo histórico de La TERCERA EPOCA.
Se nos hizo urgente hacer comprender al Alcohólico Anónimo que antes que alcohólico es hombre, que es más hombre que alcohólico, y que desde su calidad de hombre debe configurar su destino. Al descubrirse hombre se da cuenta que tiene historia, que es un ser biográfico porque tiene que producir su vida, de lo cual se da cuenta clara cuando reconoce que su conciencia es un producto social y que lo seguirá siendo mientras pertenezca al género humano.
Esto no lo quisieron o no pudieron comprenderlo los curados de la .Segunda Época; mejor volvieron a la fórmula encantadora del "milagro " para no resolver su problema de libertad. En la Segunda Época se curan y ponen a Dios como oferta. La Sanidad Divina remplaza: a la enfermedad del Diablo, pero no hace surgir al hombre de Comunidad. Lo que les  importa es salvar el alma y lo demás que se pierda, aunque sea el mundo entero. Jamás se preguntan de qua sirve salvar el mundo si se pierde  el mundo.  Eso no, eso nunca.
Entonces pues, tenemos un nuevo egoísta con bonito nombre: entidad espiritual  descarnada.
La Tercera Época sostiene, en cambio, que el Alcohólico Anónimo en cuanto hombre está allende cualquier condición, de cualquier creencia, de cualquier determinación. Que su ser constituye en una negación, niega el imperio del alcohol en su vida. Esta liberación se da en sentido negativo, y requiere por ello una nueva dirección de signo contrario. Aquí está el problema de la Segunda Época, aquí está el despiste de muchos curados.
Negar ser enfermo no basta, eso nos deja en una libertad negativa. Precisamos contrariar esa  libertad para volverla positiva.
El alejarse de algo supone dirigirse hacia algo. El Alcohólico Anónimo se desliga del alcohol para ligarse a otra instancia. Sólo así puede vivir una libertad positiva.
Para saber a dónde vamos en esta nueva ruta de libertad positiva, precisamos un punto de apoyo establezca distancia respecto de lo que nos alejamos. Precisamos ir bien lejos del alcohol. Y para estar bien lejos del alcohol el mejor sitio es aquel del cual el mismo alcohol nos alejo: EL MUNDO.

Pero no el mundo del los A. A. como lo conocemos, el mundillo como le dicen, porque el mundo de los A. A. actualmente es un mundo mágico, lo tenemos metido en una botella como al genio del cuento.
Me refiero con toda seriedad al mundo que surge en el trascender de la humanidad, ese mundo que nos llama por nuestro nombre y que en su desarrollo reclama nuestra presencia. Ese reclamo del mundo, que invita a existir, a proyectar nuestras posibilidades de ser en él y con él.
A vincularnos con él
Para esa vinculación se precisa AMOR y ustedes saben que en las condiciones
Actuales de A. A. es bien difícil procurárselo.
Qué lástima que falte el AMOR en Alcohólicos Anónimos porque eso ES Alcohólicos Anónimos. Quiere decir, entonces, que lo que no tenemos es a Alcohólicos Anónimos mismo.
Para que exista Alcohólicos Anónimos es preciso que haya UNIDAD, AMOR; POSILLIDAD DE SER.
Pero 1os Grupos que actúan bajo el nombre de A.A. y que todos conocemos, son más bien refugios de hombres miedosos pusilánimes, que con tal de no correr el riesgo de beber, por temor al salteador rapaz, se someten de buen grado a la igualación, a repetir el pensamiento ajeno y a sustituir con una hoja clínica las páginas de la vida.
 Como puede lograr su individualidad un hombre así. Como puede ser consciente de su separatividad como individuo irrepetible y experimentar la urgencia de crear un vínculo amoroso que lo reunirá, que lo volvería a unir al mundo, si se niega a vivir en libertad, que le teme a la libertad por el pánico que le causó su soledad de alcohólico y que le obliga ahora a vegetar gregariamente, convirtiéndose en cosa de rebaño,
Si 1os Grupos en fin, son incapaces de producir INDIVIDUOS de igual modo no pueden tener conciencia, no pueden generar conciencia grupal. Si estos Grupos Inconscientes se Jactan de formar una Comunidad, tenemos entonces una Comunidad con vacío de Dios, desamorada, una Comunidad estéril, solo vieja y vieja sola, con hijos ajenos, porque la gran mayoría de abstemios producidos en este cuarto de siglo podrán ser cualquier cosa, menos Alcohólicos
A hombres así es mucho pedirles que entiendan la TERCERA ÉPOCA.
Pero en una exacta práctica de TERCR PASO tenemos que procurar que la SEGUNDA TRADICION sea al algún día una rea1ldad.
Esta mañana, en ese sentido, veremos nacer el PRIMER ORGANISMO de servicio de A.A, en el país, y consecuentemente, fin de la enfermedad que enfermó a Alcohólicos Anónimos y a sus organismos de servidumbre que posee.
Gracias.


Auditórium de la Lotería Nacional
De beneficencia Nov. 18 de 1979

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