LA
TERCERA EPOCA DE ALCOHOLICOS ANONIMOS
(Tema desarrollado Por Ricky en la
primera Asamblea General de Miembros de La Tercera Época de Alcohólicos Anónimos).
Compañeros
Buenos días:
Me
toca un tema que requiere un poco de historia reciente pero que
tiene que ver mucho con Alcohólicos
Anónimos desde siempre.
La Fundación del caserón ubicado ahí por el Apolo, ocurrió
en marzo de 1978, luego de trasladar el Grupo Central al Teleférico, nueve meses
después, exactamente el 15 de diciembre del
mismo año y del mismo Teleférico. Surge la TERCERA EPOCA DE A A.
Tomando en cuenta la población dominical del
referido grupo central, fueron centenares los que regresaron al pasado, al Caserón,
ahora Búnker de la Enfermedad. Cuarenta y dos solamente, cuarenta y dos hombres
únicamente casi el mismo número de años que tiene Alcohólicos Anónimos desde
Akron, decidimos conocer el futuro.
Decir futuro, en este caso, es decir ¡Adelante! Los que estamos en A.A. estamos parados desde que nos pararon la primera vez en
los Grupos. Es increíble que en tantos años y en tantos grupos con tanto
parado, es hasta ahora que nos movemos.
Porque si está de pié lo primero que se averigua es que
uno está vivo. Y los vivos caminan. Y solo se camina para adelante. Para
enfrente de frente. Para lo que está ahí.
Pues eso hemos hecho los de la TERCERA ÉPOCA.
Caminar, alcanzar lo que sigue estando ahí y qué, no es sino la oportunidad que
todos merecemos de hacernos con los demás.
Pero ¿Por qué TERCERA ÉPOCA?
Ligeramente considerando puede deducirse como
producto de la evolución del Grupo Central: Caserón – Teleférico'- Tercera
Época, o bien-Enfermedad - Curación –
Compromiso.
Más un examen detenido de la cuestión interpreta mejor
el suceso.
El Grupo Central constituye la cuna del movimiento A.A.
en el país y, en consecuencia, todo el accionar posterior irradia necesariamente
de él. Todo es por el Grupo Central desde 1958. Históricamente es así.
La hegemonía de este grupo en la primera década es sumamente
notoria en el área del servicio tanto en Io individual como a nivel de
organismos, de manera tal que en lo formal y material A.A. se hizo a su gusto.
Como se les antojó. Su modo de entender A.A. es el modo que se entiende A.A. actualmente
en todos los grupos costumbrista no sólo en El Salvador, sino que también de Centro
América cuya extensión es la prolongación del activismo salvadoreño.
Como los años pasan, a pesar del parón histórico
acaba de terminarse la segunda década y todo no sigue igual sino que peor.
Seres
Ahistóricos que se agotan en un día, oblíganse a la CUNA por no saber caminar y hacen lo que debió haber sido una Comunidad,
una ridícula GUARDERIA,
El Central-cuna es la PRIMERA ÉPOCA DE A, A. Y muchísimos
Grupos se encuentran en ella, muchísimos hombres dentro.
Al
hombre de primera época lo caracteriza una obsesiva convicción de enfermo. Ha
dejado de beber pero teme volver a beber, de ahí que él dependa eternamente del
grupo cono la primera vez que llegó. Esa improductiva dependencia lo hace vivir
en un fanático e incurable egoísmo, al cual lo llama CASO PERSONAL.
A.A. se limita a él, lo demás no cuenta, El interés exagerado
en sí mismo lo llama conciencia, dando como resultado un “hombre bueno” si el sujeto
es ingenuo' ó, un "hombre malo” si el sujeto es astuto.
El “hombre bueno” se produce mediante un proceso perpetuo de
sacrificios en su vida personal logrados, no con fuerza o buena voluntad, sino
“contra su voluntad ", circunstancia que lo aleja de la alegría de
vivir, de sentirse dichoso por estar
vivo. De caridad nos ofrece virtudes que lo describen, a la legua, como un plagarlo de sí
mismo.
La moralidad alienada
que de ello deriva lo convierte en el tipo de “ejemplo” vanidoso y fatuo, dueño
del saber de A.A. e intérprete de Dios.
Si misma inautencidad, su misma falta de originalidad,
le impide percatarse que perdió el mundo
sin salvar su alma trueque fallido, propósito religioso no logrado.
El “hombre bueno”
en fin, es aquél a quien la búsqueda de virtudes lo lleva a eliminar el mundo
o, al menos a despreciarlo.
¿Cómo
podría amar si solo existe él? ¿Cómo podrá tener alma que no ama?
El "hombre malo” en cambio averiguó al dejar de beber que no
valía la pena ser bueno. Por ello es que le da calidad de tratamiento al programa
de Doce Pasos. Para no tener que buscar virtudes.
Los desengaños y desilusiones de su vida pasada no
logra superarlas fácilmente. Precisa perseguir frenéticamente objetivos de puro
revanchismo social.
Para evitar ser bueno o baboso como él dice, no ve
en el programa de reflexiones éticas. No trasciende pues, el problema de salud
que implicaba la bebida a un problema moral. Cuya solución le brindaría una
nueva personalidad. Se mantiene en una necesidad “no resuelta” por mera conveniencia,
por mera comodidad. Así tenemos que astutamente prolonga su enfermedad para
seguir bajo tratamiento del programa.
Se siente bien desde luego, porque se siente sobre los
demás.
A esta clase de hombres malamente buenos o
buenamente malos es a los que nosotros negamos con la curación. La curación en realidad
constituye aún una acusación muy seria para la ingenuidad y la astucia de los A.A. de primera época. Para ésa clase de
hombres que se resisten tremendamente a abandonar su egoísmo y que se amparan en
si infantilismo tardío para declararse enfermos y demandar para sí lo que de
ellos debiera de haber para los otros.
Con la Curación, entonces surge una nueva época. La
SEGUNDA
EPOCA
DE A.A. Queríamos que el hombre ya no estuviera enfermo para que estuviera disponible
y dispuesto para Alcohólicos Anónimos.
Porque la curación es concretamente una disposición
de ánimo que invita a rebasar el Caso Personal,
al fin de que A.A. no se limite a cada individuo, y poder en esa situación
todos juntos conformar una verdadera comunidad.
La curación a secas la entendieron muchos, pero gran
parte de ellos no alcanzaron a ver si sus
propósitos, fueron también muchísimos, pero muchísimos más, que no entendieron
ni siquiera a secas, la curación. Para estos la curación es húmeda, significa volver
a beber normalmente, sin problemas, Es el sueño del bolo que experimenta el A.A.
dormido de Primera Época.
Pero bien, decía que fueron muchos los que entendieron
la idea, pero no sus propósitos. Es que entendieron lo fácil: que toda enfermedad
es en realidad un padecimiento. Si todavía en A,A. alguien sigue padeciendo que
no diga, por favor, que es de alcoholismo.
Tal vez sufre una sugestión, un complejo, una
ignorancia, pero que no nos diga que sufre de alcoholismo porque con ello niega
que Alcohólicos Anónimos es la solución del mismo, Y nosotros que somos A.A. y
A.A. lo es por nosotros, no podemos aceptar que fe mentimos al público cuando
le decimos que somos una Comunidad de hombres y mujeres que resolvemos nuestro problema
común. Resolver es darle solución a algo.
Esto es bien fácil de entender y los hombres A,A. de
segunda época no tuvieron mucho problema en entenderlo, aunque sea
"telefericamente” , es decir, bien alejados.
Pero ese entendimiento tan simple no les da mucha
ventaja sobre los enfermos. En verdad eso los deja igual. Están tan curados como
los enfermos, sólo que éstos no lo saben, ni les importa.
Porque curarse para seguir
siendo”solo-yo-mismo” es continuar con
la misma libertad negativa del enfermo, es decir, conformarse solamente con la
negación del alcoholismo personal, Es liberación desde luego, son libres del alcohol,
están liberados de, pero es una libertad sin destino, no tienen quienes la
disfrutan donde ir, no trascienden, no hallan a qué serle útil, sólo a sí mismos,
de ahí su egoísmo. Porque trascender es ir “más allá", es ser libre para algo
no de algo.
Y
esta trascendencia es la que da lugar al imperativo histórico de La TERCERA
EPOCA.
Se nos hizo urgente hacer comprender al Alcohólico Anónimo
que antes que alcohólico es hombre, que es más hombre que alcohólico, y que
desde su calidad de hombre debe configurar su destino. Al descubrirse hombre se
da cuenta que tiene historia, que es un ser biográfico porque tiene que producir
su vida, de lo cual se da cuenta clara cuando reconoce que su conciencia es un
producto social y que lo seguirá siendo mientras pertenezca al género humano.
Esto no lo quisieron o no pudieron comprenderlo los
curados de la .Segunda Época; mejor volvieron a la fórmula encantadora del
"milagro " para no resolver su problema de libertad. En la Segunda Época
se curan y ponen a Dios como oferta. La Sanidad Divina remplaza: a la
enfermedad del Diablo, pero no hace surgir al hombre de Comunidad. Lo que les importa es salvar el alma y lo demás que se
pierda, aunque sea el mundo entero. Jamás se preguntan de qua sirve salvar el
mundo si se pierde el mundo. Eso no, eso nunca.
Entonces
pues, tenemos un nuevo egoísta con bonito nombre: entidad espiritual descarnada.
La Tercera Época sostiene, en cambio, que el
Alcohólico Anónimo en cuanto hombre está allende cualquier condición, de
cualquier creencia, de cualquier determinación. Que su ser constituye en una negación,
niega el imperio del alcohol en su vida. Esta liberación se da en sentido
negativo, y requiere por ello una nueva dirección de signo contrario. Aquí está
el problema de la Segunda Época, aquí está el despiste de muchos curados.
Negar ser enfermo no basta, eso nos deja en una libertad
negativa. Precisamos contrariar esa libertad
para volverla positiva.
El alejarse de algo supone dirigirse hacia algo. El
Alcohólico Anónimo se desliga del alcohol para ligarse a otra instancia. Sólo
así puede vivir una libertad positiva.
Para saber a dónde vamos en esta nueva ruta de libertad
positiva, precisamos un punto de apoyo establezca distancia respecto de lo que
nos alejamos. Precisamos ir bien lejos del alcohol. Y para estar bien lejos del
alcohol el mejor sitio es aquel del cual el mismo alcohol nos alejo: EL MUNDO.
Pero no el mundo del los A. A. como lo conocemos, el
mundillo como le dicen, porque el mundo de los A. A. actualmente es un mundo
mágico, lo tenemos metido en una botella como al genio del cuento.
Me refiero con toda seriedad al mundo que surge en el
trascender de la humanidad, ese mundo que nos llama por nuestro nombre y que en
su desarrollo reclama nuestra presencia. Ese reclamo del mundo, que invita a
existir, a proyectar nuestras posibilidades de ser en él y con él.
A vincularnos con él
Para esa vinculación se precisa AMOR y ustedes saben
que en las condiciones
Actuales
de A. A. es bien difícil procurárselo.
Qué lástima que falte el AMOR en Alcohólicos Anónimos
porque eso ES Alcohólicos Anónimos. Quiere decir, entonces, que lo que no
tenemos es a Alcohólicos Anónimos mismo.
Para que exista Alcohólicos Anónimos es preciso que haya
UNIDAD, AMOR; POSILLIDAD DE SER.
Pero 1os Grupos que actúan bajo el nombre de A.A. y
que todos conocemos, son más bien refugios de hombres miedosos pusilánimes, que
con tal de no correr el riesgo de beber, por temor al salteador rapaz, se
someten de buen grado a la igualación, a repetir el pensamiento ajeno y a
sustituir con una hoja clínica las páginas de la vida.
Como puede
lograr su individualidad un hombre así. Como puede ser consciente de su separatividad
como individuo irrepetible y experimentar la urgencia de crear un vínculo
amoroso que lo reunirá, que lo volvería a unir al mundo, si se niega a vivir en
libertad, que le teme a la libertad por el pánico que le causó su soledad de
alcohólico y que le obliga ahora a vegetar gregariamente, convirtiéndose en cosa
de rebaño,
Si 1os Grupos en fin, son incapaces de producir
INDIVIDUOS de igual modo no pueden tener conciencia, no pueden generar
conciencia grupal. Si estos Grupos Inconscientes se Jactan de formar una
Comunidad, tenemos entonces una Comunidad con vacío de Dios, desamorada, una Comunidad
estéril, solo vieja y vieja sola, con hijos ajenos, porque la gran mayoría de abstemios
producidos en este cuarto de siglo podrán ser cualquier cosa, menos Alcohólicos
A hombres así es mucho pedirles que entiendan la
TERCERA ÉPOCA.
Pero en una exacta práctica de TERCR PASO tenemos que
procurar que la SEGUNDA TRADICION sea al algún día una rea1ldad.
Esta
mañana, en ese sentido, veremos nacer el PRIMER ORGANISMO de servicio de A.A,
en el país, y consecuentemente, fin de la enfermedad que enfermó a Alcohólicos
Anónimos y a sus organismos de servidumbre que posee.
Gracias.
Auditórium
de la Lotería Nacional
De
beneficencia Nov. 18 de 1979
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