FILOSOFÍA DE LA RELIGION
DESDE EL PUNTO DE VISTA
FENOMENOLÓGICO Y SOCIOLÓGICO
Artículo
No. 29
Vamos a
complementar el tratamiento fenomenológico de la religión con un tratamiento
sociológico. La sociología de la religión no puede evitar hacer algunas referencias
a las vivencias subjetivas de lo religión. Según la tesis de la integración
social, el individuo vive la religión como una afirmación de su vinculación al
grupo social. Del mismo modo, según la tesis de la compensación, el individuo
experimenta en la religión una compensación a sus problemas sociales. Por ello,
se puede decir que la sociología de la religión supone una ampliación y una
explicación de los fenómenos religiosos. Estos son ahora vistos, no a la luz de
la subjetividad, sino desde su función social.
Lo que
antes eran hechos o vivencias que se daban en una subjetividad individual
(experiencia), ahora son vistos desde sus raíces
en la sociedad, o sea, desde sus causas:
sabemos que hay religión porque es necesario que la sociedad se integre, porque
es necesario compensar el sufrimiento en una sociedad injusta. Ya no sabemos
solamente que hay evidencias religiosas, sino que sabemos por qué las hay.
Ahora bien con esto no se agota el problema de la religión, la sociología nos
muestra que la religión ha servido, en muchas sociedades, tanto como un factor
de compensación, como también de integración. Lo importante es averiguar si las
funciones sociales de la religión se agotan en dar unidad a la sociedad y de compensar
el sufrimiento.
Puede
suceder que las funciones sociales que la religión realiza, no se limiten a las
que ésta tuvo en el siglo XIX, la sociología como ciencia sigue teniendo una
tarea abierta en este sentido. Esta tesis de integración social de la religión
parece válida en países subdesarrollados, pero se hace menos cierta en
sociedades pluralistas modernas. En
sociedades muy desintegradas socialmente que están atravesando por conflictos
sociales y políticos, se sigue manteniendo una actitud religiosa bastante
fuerte.
Pero
también hay sociedades en las cuales, habiendo sido eliminada la división de
clases, se mantiene una fuerte religiosidad. La explotación y el sufrimiento
pueden haber desaparecido en grado considerable y sin embargo, la religión
parece seguir siendo algo necesario para muchos. O sea que, aún sin alineación sociológica
pervive la experiencia y la practica religiosa. En muchas sociedades actuales
se observa que la religión, lejos de alinear al hombre haciéndolo buscar
compensaciones en el más allá, sirve por el contrario, como una fuerza que
impulsa a muchos religiosos a ponerse al servicio de importantes transformaciones
sociales.
En este
sentido, la religión es una protesta contra este mundo, pero no sólo una
protesta espiritual y alienada que
vuelve la espalda a la realidad, sino una protesta efectiva, que se
compromete con el cambio de las condiciones vigentes. El compromiso de muchos
creyentes actuales en las tareas de liberación social, desmiente a quienes afirman que la religión es sólo una compensación
ilusoria. Si bien es cierto que lo ha sido históricamente, pero no siempre lo será
necesariamente.
Sin
embargo, existe una equivocación de algunos sociólogos de la religión. Y es
que: habiendo descubierto la función social que las religiones desempeñan,
(teología de la liberación por ejemplo) piensen que esa es su última función
social de las religiones puede expresar una realidad humana más profunda.
Próximo número: La
esencia de la religión.
Editado
Por:
Oscar
Roberto Cruz.
Mayo
23 de 2001-05-23
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