La soberbia no es grandeza sino hinchazón, y lo
que esta
hinchado parece grande pero no esta sano. San Agustín.
Pero el EGO es el
individuo mismo, y que también se infla y se hace evidente cuando
menospreciamos a otros. No es tanto
orgullo de lo que uno pueda ser, sino de lo que el otro no es, según uno.
Cae de su peso que
la soberbia es demostrada cuando no guardamos consideración a los demás, cuando
no apreciamos ninguna relación familiar, laboral ni de amistad, cuando no le
damos valor a ideas contrarias ni siquiera afines por no haberlas dicho uno.
El soberbio no
comparte los ideales humanos porque esta encima de todos. En AA no he conocido ningún soberbio de esa
magnitud, pero hay gradaciones desde luego, pero también confusiones.
Existen virtudes en
compañeros que los hacen sobresalir en el servicio, en investigación y en lo
generoso de su amistad; sobresalen pero no nos hacen sentir menos.
En el
“bullanguerismo” de AA admiro a quienes en un griterío mantienen su calma y
entereza. Puede ser soberbia pero es
admirable. También podría ser rebeldía,
resistencia de sus ideas negarse a ser callado.
La soberbia
generalmente no se oye solo se observa.
Opino que la
soberbia que incomoda es la que produce la ignorancia, la que nos cae mal y que
nos resulta pedante, el que se jacta de ser dueño de la verdad cuando ésta
todos lo sabemos todavía la buscamos.
Y para terminar
cito a Simone de Beauvoir, el amor de Sartre, escritora también:
“Encanto es lo que tienen algunos, hasta que empiezan a creérselo”
Ricky
Morales
San Salvador, 19 de Agosto de 2011.
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