sábado, 13 de abril de 2013

CÓMO HE PODIDO SER SIEMPRE YO



¿CÓMO HE PODIDO SER SIEMPRE YO?

                Lo que continuamente he sido, obedece a la tradición, al condicionamiento social, a mis temores, ansiedades, avideces, a mis sueños de grandeza o a deseos que me agrandan, que paso que doy, paso que dan.
                ¿Ego? Daniel Quena, usuario de este Blog, dijo: que no me van ha dejar morir con semejante ego.  Procuraré no perderlo para no morirme: Soy yo mismo vivo, cuando me muera no seré más.
                El ego lo conocí en AA, en sus pasos intimistas lo aluden cuando pretenden referirse a la soberbia; pero eso pasa por conocerse uno mismo completamente, es decir conocernos como nos conocen familiares, amigos, compañeros, etc.
                El ego, dicen, también se infla.  Ego grande es entonces un rasgo del carácter que lleva al individuo a una ilimitada autoestima, probablemente irracional.  Lleva a quién lo ostenta a la mencionada soberbia, la madre de todos los pecados. 
                Bien, los pecados son evidentes en el comportamiento; pero cuando son graves ya no son operativos, impiden que el individuo funcione.  Existen desde que existe el hombre, la religión lo que hizo fue ponerles castigo, con religión o sin religión el uso de razón nos lleva a la mesura como sugiere AA.
                El deseo, generador de ellos, solo quiere saber cuán lejos puede llegar. Omar Awud, árabe, escribió: “Existe una industria para generar deseos y apetitos.  Estamos viviendo una época donde muchos dicen no tener religión.  Creo que pueden no tener creencias monoteístas o de cualquier otro tipo relacionado con dioses, pero si tienen una gran religión: el capitalismo y el consumo llevados al paroxismo, como absolutos.  Vivimos inmersos no en los pecados capitales, sino en los pecados del capital.  La contrapartida de este pensamiento es que podría afirmarse que se trata de un deseo de progresar y adquirir elementos materiales para tener un mejor bienestar.  Ahí entramos en la duda sobre lo que es o no bienestar.
                Coincide con lo que recordamos en un folleto de Tercera Época (véase este Blog), al citar VATICANO II en los tiempos de Juan XXIII, que subordinó el pecado personal al pecado estructural, que lleva a quien tiene propósitos de enmienda, en serio, a dar un vistazo a su entorno social, completando un diagnóstico trunco de AA que reduce al individuo tamaño problemón del alcoholismo.
                Continuará...

                                                                                              Ricky Morales

San Salvador, 12 de Agosto de 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario