Como lo dijimos en su momento….
Cierto que durante largo
tiempo A.A. nos ha ofrecido un Programa de Recuperación Personal y un conjunto
de principios en sus tradiciones que les permite ante el publico –entiéndase
Gran Publico- una buena imagen, aceptable, aunque no necesariamente deseable, a
menos que constituya una alternativa.
Cierto también que son muchos los hombres y mujeres en muchos países que
atribuimos a esos principios y propósitos una nueva vida, caracterizada por lo
general, en la abstención de bebidas alcohólicas y la sobriedad que de ello viene.
Cierto que como Asociación
Alcohólicos Anónimos cuenta con organismos de servicios, de carácter mundial y
regional, bien estructurados, jerarquizados mediante laboreo y aunque
independientes unos de otros concluyen siempre en conferencias nacionales e
internacionales, que los determina invariablemente en su criterio y los
uniforma en el contenido original del Legado. La mas alta conferencia tiene
carácter mundial y pretende ser la expresión o consecuencia de la INDEPENDENCIA
DE A.A., por haber nacido al optar los fundadores de la Asociación, la “
entrega de A.A. “ a su pueblo universal, el cual mediante la representatividad
de sus Delegados Finales – proceso de delegación muy vulnerable si se evalúa –
asume ser dicha Conferencia Mundial la responsabilidad del “destino “ de A.A.
logrado siempre asegurar dogmatizando el despegue básico. Organización, abundante literatura, recursos
económicos fuertes, bastante edad, hacen de A.A. una cosa poderosa, de mucho
cuidado, que requiere a gritos un serio cuestionamiento. Como Asociación esta al alcance de los
individuos que se han propuesto como problema ante ella: falta mucho que
examinar para aseverar que ella alcanza al hombre.
En la literatura informativa
y formativa que posee tratase de ubicar la “ originalidad de A.A. “ en el marco
de su fundación, como si hubiere sido concebida adulta, acabada, ante la cual
la humanidad del individuo deberá mediatizarse e iniciar un proceso de “ ser
como otros “.
Esta ubicación
“original “produce en el individuo la
sensación de que A.A. es para el y no de el, de autor de su vida pasa a la de
actor de otra que le recetan, trocando el sentido de pertenencia por el de
adherencia.
Lo que ahora parece ser lo
principal en el A.A., o se su programa de DOCE PASOS, no constituyo
originariamente lo esencial para que A.A. se diera, por decirlo así. Desde luego que de una manera particular si
esta comprendido en su origen, dada la previa conversión religiosa de su
Fundador activo, pero ello no significa que sus postulados, sobre todo los
religiosos hayan sido determinantes en la creación de la Asociación, donde la
practica oral de experiencias y el calor humano provenientes de hombres que al
concentrarse hicieron posible que surgiera su fortaleza y definieran su
esperanza fueron factores mas importantes.
Si después se les dio forma a dichas creencias religiosas y se le
elaboro envoltorio psicológico propio de aquella época, graduándolos en doce
instancias, no justifica de ninguna manera su institucionalidad actual que
genera en su ejercicio doctrinal hombres bajo el tiempo, agotados en su caso
personal. Un análisis honesto descarta la posibilidad de defensa que se base en
el carácter “ sugerido “ del programa de doce pasos, ofreciendo en apariencia
la libre opción de adoptarlo o dejarlo; debe tomarse en cuenta que tan
sugerencia cae sobre un hombre sugestionado por el método asistencial que el
grupo emplea para tratamiento del alcoholismo, lo que explica la aceptación
general y tácita que el se hace sin
ninguna critica previa.
El caso perpetuo, típico
individualismo cultivado “espiritualmente “por este tratamiento, esta
produciendo una Comunidad ahistórica, sin deseos ni fuerzas para procurarse
autenticidad, conforme con su presente anterior e indiferente al desfase de si
misma. Es frase común expresar que A.A.
no tiene nada propio y desde sus inicios se acepta la consignación de valores
ajenos en su estructura moral e ideológica por cuantos más religiosos más
ajenos. Sin embargo grave resulta la
estatización de dichos aportes, pues un ligero examen histórico de las
religiones nos permite apreciar su evolución y descubrir que estas han
eliminado ángeles y demonios en la medida que se humaniza su conocimiento. En su transito de lo divino a lo humano la
moral que inspiran las religiones ha perdido su carácter de eterna y penetrado
en la historia obteniendo con ello la comprensión necesaria para dictaminar con
acierto la subordinación del pecado personal al pecado estructural. Ese solo hecho revoluciona totalmente las
concepciones que sobre la materia dicha posee el programa de A.A., es decir que
sustancialmente A.A. se ve cuestionada por el conflicto evolutivo de su
acreedor principal: la religión.
Considero que en semejantes
circunstancias es incluso vano que el alcohólico abstemio se pregunte como ser
A.A., puesto que siempre será interrogación de un ser carencial instalado en el
nivel de los simples hechos, fruto de una realidad mixtificada en la cual se
puede ser cualquier cosa desde
el momento que se es. Trasladando al miembro de A.A., a una postura de
ficción con signo distinto del que declara, con ideas extrañas y aun opuestas
al principismo que lo guía.
Ricky Morales
al menos en los grupos que conozco contrario al principio de autonomía, el miembro es absorbido por la negligencia religiosa que resta frescura para discernir lo bueno y lo mejor,lo que resulta en una recuperación representada por un"ser",limitado por lo que "cree".
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