En aplicación a la décima tradición comenté en 1998 lo siguiente:
1.
Con esta tradición, Alcohólicos
Anónimos reconoce lo que el individuo sabe.
Respeta la pluralidad de voces, la variedad de discursos y por supuesto
de opiniones que se viertan en su seno.
Privándose a sí misma es que otorga la libertad individual.
2.
Si A.A. tuviese opinión oficial sobre
cuales quiera materias, eventos o doctrinas, se volvería estática.
Perdería su sentido crítico en nuestra recuperación. Sus certezas
impedirían el asombro de nuestras especulaciones e investigaciones, gracia del
crecimiento individual.
3.
Esta tradición permite al A.A.
comprometerse individualmente con sus ideas, crítico de sí mismo y de su visión
de realidad compartida.
Está en plena libertad de hacerlo, y debe hacerlo, así como de luchar
porque otros lo hagan y juntos construir el ideal democrático de Alcohólicos
Anónimos.
Ricky Morales
San Salvador, 9 de Septiembre de 2013.
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