La libertad y el ser libres: (a propósito de última epístola de H)

Como  es habitual ya entre nosotros, la asimetría de nuestras concepciones de la realidad alcohólico anonimista nos obligan a un pugilato intelectual que de más está decir es clarificador de ideas y de urgencias espirituales. Hoy más que nunca es preciso partir de ideas que constituyan un verdadero revulsivo del tradicionalismo en AA, como fue siempre el interés de las mejores épocas de disentimiento entre el canon tradicional de los alcohólicos anónimos y la  libertad de pensar, que caracterizo la mayor parte de mi biografía. Nos enfrentamos ahora a una catástrofe social (según informes de la OMS) que nos coloca en el primer lugar entre las 192 naciones más espoliadas por el alcohol, considerada aun la droga más mortífera a nivel global, y que solo en el salvador ha requerido el desvió de fondos estatales de los programas de prevención para asistir las corrosivas consecuencias en la salud mental y física de los hombres y mujeres afectados. El reacomodo  del consumo de drogas psicoactivas han hecho del triangulo norte el laboratorio genético de los grandes centros de producción de narcóticos en el hemisferio, legando a nuestra nación un futuro desesperanzador, además de ello, parece que la salida redentora de las iglesias de distinta denominación harán muy poco para frenar esta catástrofe considerada ya una pandemia para nuestros países. Por estas razones lo invito a meditar sobre la utilización del programa como vía única de redención moral de los hombres que en el futuro enfrentaran estas calamidades, no es mi intención descalificar el método desde donde usted encontró una salida para el bien vivir, pero si es mi interés señalarle que no debe ser el único modo posible de recuperación social y espiritual. Y esto mi estimado H no es tan solo por la avasalladora tormenta que representa el alcoholismo contemporáneo, que liado a su comercialización mediática está lejos de ser aquella enfermedad social de la segunda mitad del siglo XX , siendo hoy la puerta de entrada para un bestiario de impredecibles consecuencias. Es de entender que alcohólicos anónimos nació en medio de la agitación religiosa de los años treinta, en medio de un gran fervor ecuménico, la creciente anticipación de una guerra europea y una batalla entre fundamentalistas del avivamiento protestante y los modernistas que lanzaron el cristianismo científico apoyados en los recetarios morales de Norman Vincent Peale y otros importantes escritores del entusiasmo motivacional, dieron cuerpo al despertar de Bill W. Estas tormentas religiosas del avivamiento y redención personal como en el pasado, priorizaron la sumisión y obediencia a Dios por encima de los intereses más fundamentales de la realidad circundante, como era ya esperado en el ritmo cíclico de la historia religiosa de los Estados unidos; no en balde el vencido contendiente del partido republicano M RODNEY  lo consideraba una apuesta electoral a tomar en cuenta desde el mormonismo. A finales de la década de 1960 en el salvador nos constituimos en una especie de pensadores de la sospecha, cuando observamos que tanto el programa como los lineamientos de la OSG distaban de nuestra realidad y preocupaciones más inmediatas, por esta razón iniciamos un movimiento de critica que concluyo una década después con  el movimiento de tercera época que usted conoce por referencias y por lo que no voy a extenderme. Constituyeron como dije arriba un verdadero revulsivo para el conservadurismo en AA, pero ante todo eran ciertamente los intentos por construir un diseño alternativo al inventario moral proveniente de un imaginario más simple y desactualizado para nuestras realidades latinoamericanas.  Expoliados como siempre por contradicciones sociales más agudas nuestras ´preguntas por la libertad personal y la redención moral, estaban efectivamente alejadas de la sumisión a un dios tutelar o a la revisión moral de una norma doctrinaria. Nuestra secularización respecto la OSG era más bien la desconfianza a una espiritualidad reducida al egoísmo conventual de los fieles y desarticulada de esferas de la realidad más épicamente demandantes para nuestras vidas. Así entendimos que nuestras vidas eran una libre construcción y no un vicariato del programa revelado por el avivamiento del grupo Oxford. Mas no es mi interés descalificarlo sobre todo hoy que requerimos de todos lo métodos posibles para enfrentar esta pandemia sino también considerar como posibles las salidas vitales de un método que priorizo la cultura política, la búsqueda personal del saber, por más ecléctico y heterodoxo que fuese, con la intención de crear una espiritualidad verdaderamente ecuménica para la sociedad de alcohólicos anónimos en el salvador.

San Salvador, 19 de Julio de2013.

                                                                                              Ricky Morales