martes, 24 de septiembre de 2013

FRAGMENTOS DE LA HISTORIA DE ALCOHOLICOS ANONIMOS EN EL SALVADOR



EL CATALIZADOR
“A  la Unidad de los A.A. por medio de sus dispersos y variados criterios…”
Julio 1968

De Actualidad

            La fecha del 2 de Junio y el Grupo San Estaban coinciden en señalar uno de los eventos más interesantes ocurridos en A.A., dentro de nuestro país y en los últimos tiempos. La Asamblea General de Grupos celebrada en esa fecha y en el local de ese Grupo, determinó que la causa de A.A. se impone sobre todo afán personalista que pueda sustentar un individuo o un grupo de individuos miembros de la Comunidad.

            Para robustecer nuestro aserto habrá que hacer en forma suscinta la reseña de los condicionalidades previas a esa Asamblea, ubicar de nuevo el estado de los ánimos, las especulaciones existentes en el medio, etc. Así tenemos:

            Desde el cierre de la Convención Nacional celebrada en Febrero de 1967 data la existencia de dos facciones, integradas ambas por miembros natos del Grupo Central y antagónica desde luego que hubo otras posturas en aquél entonces, menos radicalizadas y más individualistas, razón por la cual su análisis se dificulta y de plano no interesa para las finalidades de este artículo.

            Las dos facciones dichas se distinguen entre sí por el retorno de una de ellas a las labores propias de su grupo, mientras la otra volvía permanente sus tareas convencionistas, so pretexto de elaborar conclusiones de trabajos, en sus partes más importantes no aprobados.  Las críticas mutuas disminuyeron con el tiempo, no sin provocar alguna conciencia en regular número de A.A., sobre todo en la población del grupo cuna, al grado de retirar este los Delegados acreditados en la Central de Intergrupos como protesta de la notoria influencia que sobre dicha Central ejercen los llamados convencionistas.  

            Con una Unidad así, irregular y coja, se obtuvo en Managua la sede para la 7ª. Convención a nivel centroamericano; dicho logro internacional es calificada inmediatamente por muchos como inoportuno, aunque a decir verdad solo podría, de calificarse, como inesperado, ya que su gestión no tuvo previamente una verdadera consulta popular. Sin embargo, hay que ser justos, en buen número de compañeros se volvió a notar la indiferencia que les caracteriza y su opinión como siempre fue el encogimiento de hombros; en otros, allegados al servicio organizado y como cumpliendo un deber oficial, la noticia causó regocijo y provoco el apoyo que precisaban los convencionistas.

            La facción rebelde en cambio no podía evitar que en el mes de mayo, irónicamente en el mismo Grupo San Esteban, los “convencionistas” adquiriesen la juridicidad del caso, ante 46 Delegados de Grupo, que formaron en su Asamblea un Comité Provisional Pro Convención; es de señalar que la convocatoria a esa reunión surgió de los mismos convencionistas, que a través de la Central de Intergrupos mantienen todo en perfecta legalidad.  Es de reconocer también que dicho Comité fue organizado sin ningún disimulo y prueba de ello es que lo forman los elementos más conocidos de su facción.

            Ante un hecho concreto como ese, la simple discrepancia que privaba en los compañeros se trocó en agresiva indignación de parte de los rebeldes y en franca intransigencia de parte de los convencionistas. Voceros voluntarios de ambas corrientes llevaron la discusión al campo personalista, principalmente sirviéndose de la tribuna que sirve para la terapia del nuevo.  Los días se volvieron más críticos cuando los rebeldes convocaron por su cuenta a una Asamblea de Grupos para el 2 de Junio, en la cual amenazaban descorrer el velo.  Cobertura, insistían, de hechos ante los cuales debía de tomarse una actitud.

            Mientras tanto los convencionistas se valía de su poder y hacían circular, por los canales acostumbrados de la Central de Intergrupos, hojas sueltas que advertían de las intenciones separatistas de sus contrarios como un alerta y boicot a dicha Asamblea; de paso, ese proceder nos recordó lo hecho en otro campo político, aquí, en nuestro país, cuando la campaña anti-comunista del P.C.N.

            La cosa hervía a medida que el 2 de Junio se aproximaba, advirtiéndose mucho coraje en los facciosos rebeldes que propugnaban por llegar hasta las últimas consecuencia y, lo peor de todo es que a esas alturas ya consideraban contrario todo lo que huelía a Inter-grupos, actitud en gran parte justificada por la notoria parcialidad de algunos de los miembros de la Central de los mismos.

            Las amenazas provenían de ambas partes, pues los convencionistas advertían de llegar hasta el campo penal. Por primera vez el ring de A.A. resultaba pequeño para uno de los rigiosos.

            Sin embargo, si se leía la convocatoria girada para esa Asamblea no se veía ninguna cosa perturbadora; por el contario se planteaban temas de mucho interés para todos los A.A. e incluso oportunos de hacer, a saber:
a)      7ª. Convención.
b)      Reestructuración de Servicios.
c)      Comités de Servicio.
Por lo tanto no había nada que temer: no se iba a juzgar a nadie ni a nada; todo era en realidad una guerra de nervios provocada por resentimientos personales y sentimientos de culpabilidad, deseos de poder, prestigio o conservación de los mismos.

Así las cosas la Asamblea se verificó en la forma  que todos conocen y con los resultados que aún están por verse.  Sin embargo, lo que ya no puede negar nadie es que constituyó un triunfo de A.A., pues se impuso en todos el deseo de hacer mejor las cosas.

            De ahí derivanse bellas enseñanzas para todos, principalmente para aquellos que crecieron con A.A. ese día: es verdaderamente digno de encomio la actitud de estos compañeros que preparándose para la guerra, optaron a última hora – si se quiere, pero siempre a tiempo – en olvidar sus deseos personales, hasta el grado de no participar activamente en la Asamblea, la cual, después de todo había sido socavada de antemano, con la infiltración de elementos parciales de la otra parte, con lo que se planteaba una hostilidad altamente inconveniente para el logro de un propósito sano.

            Felizmente no hubo oportunidad para tales elementos y se obtuvieron serios encargos para los organismos actuales de A.A., cuyo cumplimiento debe exigir todo Alcohólico Anónimo con responsabilidad para la causa.

Después de todo ya pasó un mes del tiempo prudencial que se le señaló a la Central de Intergrupos…
Notas:
I – A esta Asamblea asistieron Delegados de 167 Grupos.
II – A petición de ambas partes, esta Asamblea fue moderada por Mauricio Claude y Ricky Morales.
                                                                                 

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