lunes, 5 de octubre de 2009

Primer Paso, 2a. acotación

Se trata de reconocer ahora un vacío en la científica psicoterapia; nos dio salud, desde luego, pero no fue más allá de la dinámica emotiva.
La vida posterior a la práctica de este paso es todo un combate espiritual, librado con una herramienta muy débil: la casualidad psíquica de nuestro padecimiento.

5 de agosto de 1997.

3 comentarios:

  1. Como lo dijimos en su momento….
    Cierto que durante largo tiempo A.A. nos ha ofrecido un Programa de Recuperación Personal y un conjunto de principios en sus tradiciones que les permite ante el publico –entiéndase Gran Publico- una buena imagen, aceptable, aunque no necesariamente deseable, a menos que constituya una alternativa. Cierto también que son muchos los hombres y mujeres en muchos países que atribuimos a esos principios y propósitos una nueva vida, caracterizada por lo general, en la abstención de bebidas alcohólicas y la sobriedad que de ello viene.
    Cierto que como Asociación Alcohólicos Anónimos cuenta con organismos de servicios, de carácter mundial y regional, bien estructurados, jerarquizados mediante laboreo y aunque independientes unos de otros concluyen siempre en conferencias nacionales e internacionales, que los determina invariablemente en su criterio y los uniforma en el contenido original del Legado. La mas alta conferencia tiene carácter mundial y pretende ser la expresión o consecuencia de la INDEPENDENCIA DE A.A., por haber nacido al optar los fundadores de la Asociación, la “ entrega de A.A. “ a su pueblo universal, el cual mediante la representatividad de sus Delegados Finales – proceso de delegación muy vulnerable si se evalúa – asume ser dicha Conferencia Mundial la responsabilidad del “destino “ de A.A. logrado siempre asegurar dogmatizando el despegue básico. Organización, abundante literatura, recursos económicos fuertes, bastante edad, hacen de A.A. una cosa poderosa, de mucho cuidado, que requiere a gritos un serio cuestionamiento. Como Asociación esta al alcance de los individuos que se han propuesto como problema ante ella: falta mucho que examinar para aseverar que ella alcanza al hombre.
    En la literatura informativa y formativa que posee tratase de ubicar la “ originalidad de A.A. “ en el marco de su fundación, como si hubiere sido concebida adulta, acabada, ante la cual la humanidad del individuo deberá mediatizarse e iniciar un proceso de “ ser como otros “.

    Ricky Morales

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  2. Esta ubicación “original “produce en el individuo la sensación de que A.A. es para el y no de el, de autor de su vida pasa a la de actor de otra que le recetan, trocando el sentido de pertenencia por el de adherencia.
    Lo que ahora parece ser lo principal en el A.A., o se su programa de DOCE PASOS, no constituyo originariamente lo esencial para que A.A. se diera, por decirlo así. Desde luego que de una manera particular si esta comprendido en su origen, dada la previa conversión religiosa de su Fundador activo, pero ello no significa que sus postulados, sobre todo los religiosos hayan sido determinantes en la creación de la Asociación, donde la practica oral de experiencias y el calor humano provenientes de hombres que al concentrarse hicieron posible que surgiera su fortaleza y definieran su esperanza fueron factores mas importantes. Si después se les dio forma a dichas creencias religiosas y se le elaboro envoltorio psicológico propio de aquella época, graduándolos en doce instancias, no justifica de ninguna manera su institucionalidad actual que genera en su ejercicio doctrinal hombres bajo el tiempo, agotados en su caso personal. Un análisis honesto descarta la posibilidad de defensa que se base en el carácter “ sugerido “ del programa de doce pasos, ofreciendo en apariencia la libre opción de adoptarlo o dejarlo; debe tomarse en cuenta que tan sugerencia cae sobre un hombre sugestionado por el método asistencial que el grupo emplea para tratamiento del alcoholismo, lo que explica la aceptación general y tácita que el se hace sin ninguna critica previa.

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  3. El caso perpetuo, típico individualismo cultivado “espiritualmente “por este tratamiento, esta produciendo una Comunidad ahistórica, sin deseos ni fuerzas para procurarse autenticidad, conforme con su presente anterior e indiferente al desfase de si misma. Es frase común expresar que A.A. no tiene nada propio y desde sus inicios se acepta la consignación de valores ajenos en su estructura moral e ideológica por cuantos más religiosos más ajenos. Sin embargo grave resulta la estatización de dichos aportes, pues un ligero examen histórico de las religiones nos permite apreciar su evolución y descubrir que estas han eliminado ángeles y demonios en la medida que se humaniza su conocimiento. En su transito de lo divino a lo humano la moral que inspiran las religiones ha perdido su carácter de eterna y penetrado en la historia obteniendo con ello la comprensión necesaria para dictaminar con acierto la subordinación del pecado personal al pecado estructural. Ese solo hecho revoluciona totalmente las concepciones que sobre la materia dicha posee el programa de A.A., es decir que sustancialmente A.A. se ve cuestionada por el conflicto evolutivo de su acreedor principal: la religión.
    Considero que en semejantes circunstancias es incluso vano que el alcohólico abstemio se pregunte como ser A.A., puesto que siempre será interrogación de un ser carencial instalado en el nivel de los simples hechos, fruto de una realidad mixtificada en la cual se puede ser cualquier cosa desde el momento que se es. Trasladando al miembro de A.A., a una postura de ficción con signo distinto del que declara, con ideas extrañas y aun opuestas al principismo que lo guía.

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