miércoles, 29 de mayo de 2013

REFLEXIONES EN CUARESMA II



REFLEXIONES EN CUARESMA II

En AA siempre somos los mismos y lo mismo, no se observa su crecimiento en números que entusiasmen una renovación generacional, y los que ingresan vienen sin ánimos de cambiar nada y de no cambiar ellos tampoco. Solo quieren aprender a vivir con sus debilidades sicológicas sin beber, en una especie de lucidez enfermiza, quieren ser como siempre, permanecer en el quietismo sin las dificultades que implican el proponerse AA  como problema ante ellos mismos y ante el mundo que les da cobijo en las diversas sociedades humanas;  no obstante es de reconocer la altruista actitud de compañeríos que de manera extraordinaria se empeñan  en fundar, mantener  y reforzar  otros grupos muy escasos de miembros; se esfuerzan, y digo se esfuerzan porque son my pocos los que llevan  a los AA a moverse. Es loable su constancia por mantener la llama refulgente que vio nacer el movimiento en esta época de desgano.
Incluso existen compañeras muy talentosas que contribuyen a esa titánica labor,  porque ahora AA se ha vuelto un viejo (que ya no quiere nada), entretanto hay otro sector que radicaliza su yoismo, un afán intimista que deslinda a sus acólitos  aun mas de la realidad apremiante de AA: quieren hacer de AA algo académico como que si la fortaleza de carácter se aprendiese sin las enseñanzas de la vida, tan llena de pluralidad y sensualidad exterior.
Ser AA no se aprende, en realidad no se aprende a ser uno mismo, ni religiones, ni gurús, ni retiros ¿espirituales? O como se les llama generalmente; practicas de pasos, sirven para ello. Mucho menos se aprenderá si desintegramos la vida que por naturaleza es mundana, llevando una parte de ella a un espiritualismo de doctrina y recetario. Enterito debe enfrentarse uno al mundo para conocer el camino más allá del temor y de la incertidumbre, lo que implica no correr tras otro ni seguir ejemplos.
Lo que nos hizo sentirnos perdidos y que vanamente buscamos en los mundos religioso, laboral o social no está sino en descubrir,  en comenzar a entender lo que realmente nos da placer y lo que no, dejando muy  claro que lo imperecedero es la dicha de la búsqueda. En verdad desde el comienzo, desde que dejamos de  beber empezamos a gozar y causamos regocijo a los demás, sin ningún esfuerzo, nos pusimos aptos para el placer y hicimos del dios concebido desde la vida un dios complacido que justifico ese modo doctrinario de ser como único fin de la vida.
En esta situación actual nadie salva a nadie porque hasta dios es un placer, gozan a dios, sin su permiso;, le entregan su vida, una vida por la cual no se ha hecho gran cosa, solo  se ha limitado a  imitar a otros. Sin embargo todo eso es también mundano como mundana es la otra opción:  la de ser seriamente responsable ante los demás, especialmente ante los AA, no negarse al mundo por sus conflictos y problemas, encararlos con coraje, tomar fortaleza de nuestra vida anterior, vivir con pasión el presente y esperar el futuro con la valentía de la experiencia. Aprender todo el tiempo de la vida, ser maestro de uno m ismo y mostrarse como testimonio de AA.


No hay comentarios:

Publicar un comentario